Los amorreos, amorritas o amoritas[1] (martu en sumerio y amurru en acadio) fueron un pueblo de origen semita constituido por tribus nómadas muy belicosas que ocuparon Siria, Canaán y la región al oeste del río Éufrates, desde hace 2000 años a .C.Estos eran muy próximos a los sumerios y ya eran conocidos desde la época dinástico-arcaica por los sumerios, o bien porque emigraron a las ciudades mezclándose con la población, o bien como nómadas beduinos en toda la región, cuyas costumbres eran consideradas groseras y toscas como se ve en una tablilla sumeria también fueron importantes porque fue el estado quien comenzó a administrar la justicia.La más importante en la ciudad de Babilonia, ya que el propio Hammurabi sería amorreo.En el año 2018 a. C., Ibbi-Sin sucedió a Shu-Sin en el trono de Ur, y al poco tiempo el Imperio comenzó a fragmentarse y muchas ciudades se independizaron (Ešnunna, Susa, etc.).En el 2017 a. C. los martu consiguen penetrar en Sumeria y comienzan a controlar los caminos, sobreviniendo el hambre.Se produjo la caída de Ur III y por lo tanto acabó la era sumeria.Utilizando la fuerza y la diplomacia, en pocos años se convirtió en el dueño de toda Mesopotamia, construyendo así el mayor reino amorreo que ha habido en la historia, aunque muy efímero.Los amorreos no introdujeron muchas novedades; se limitaron a asimilar la cultura preexistente.Parece que también veneraban al dios lunar Sin (derivado del sumerio Suen).[3] El término amorreo (amurru) aparece frecuentemente en el Antiguo Testamento designando la población preisrraelita de Canaán (Gen 15:16; Amós 2:9; 2ª Sam 21:2).Luego, más reyes amorreos fueron derrotados en las aguas de Merom por Josué (Josh.Se menciona que en los días de Samuel, hubo paz entre ellos y los israelitas (1 Sam.[8] La opinión de que los amorreos eran nómadas feroces y altos dio lugar a una teoría anacrónica entre algunos escritores racialistas del siglo XIX, según la cual eran una tribu de guerreros "arios", que en un momento dado dominaron a los israelitas.La teoría originada por Felix von Luschan encajaba con los modelos entonces vigentes de las migraciones indoeuropeas, pero von Luschan abandonó posteriormente esa teoría[9] Houston Stewart Chamberlain afirmó que tanto el rey David como Jesús eran arios de extracción amorrea.
Terracota de una pareja, probablemente Inanna y Dumuzi, Girsu, periodo amorreo, 2000-1600 a. C.
Museo del Louvre
AO 16676.