Durante la siguiente guerra de Nápoles tuvo un papel muy activo.
Tras reiniciarse las hostilidades entre españoles y franceses en el verano, marchó desde Roma con seiscientos hombres, haciendo levantar el asedio que los franceses habían puesto sobre Terranova.
En la tercera batalla de Seminara derrotó al ejército francés liderado por el general de ascendencia escocesa Bérault Stuart d'Aubigny.
Tras ser liberado por los franceses, pasó a servir un tiempo a César Borgia, hijo del papa Alejandro VI, siendo capitán de la guardia del pontífice.
[4] Hacia septiembre de 1502 volvió al servicio del rey católico marchando al reino de Nápoles entrando en Isquia con unos seiscientos hombres.