[1] Fue el primer huevo de Fabergé que Nicolás le presentó a Alejandra.
La concha dorada, cubierta de esmalte rojo fresa translúcido sobre fondo guilloché, se abre horizontalmente en dos partes abatibles.
[1] Se abre como una bombonera para revelar un capullo de rosa esmaltado en amarillo, en el que originalmente estaban contenidas las dos sorpresas.
[1] La rosa amarilla en 1895 era la rosa amarilla del té que había sido introducida por Parkes desde China en 1824, la cual florecía en otoño y era un elemento básico de los jardines más templados, no así en San Petersburgo, donde no podía resistir el frío.
[5] Ahora forma parte de la Colección Víktor Vekselberg, propiedad de la Fundación The Link of Times, y se encuentra en el Museo Fabergé en San Petersburgo, Rusia.