Los huevos empleados en el consumo humano son por regla general y en su gran mayoría no fertilizados (a excepción del balut indonesio).
En México, desde los aztecas y aún en nuestros días, se consume la hueva del mosquito, que las hembras colocan en las partes bajas de las lagunas como en el Lago de Texcoco y le llaman ahuautle, conocido como caviar mexicano.
[3] También son comestibles los huevos de reptiles como las iguanas y la tortugas (tanto las marinas como las terrestres).
Las denominación 'extra frescos' limita este plazo a tan solo una semana.
Biológicamente la cáscara es una cubierta terciaria del óvulo, obtenida (al igual que la clara) durante su paso por el oviducto.
Se puede decir que es una textura casi transparente en cuya composición casi el 90 % es agua y el resto es proteína, con trazas de minerales, materiales grasos, vitaminas (la riboflavina es la que proporciona ese color ligeramente amarillento) y glucosa (la glucosa es la responsable de oscurecer el huevo en las conservaciones de larga duración: huevo centenario).
El color de la cáscara no afecta su calidad, sabor, características al cocinar, valor nutricional o grosor.
Los huevos se cocinan a veces con otros ingredientes que pueden ir desde la sal común, el zumo de limón hasta la crema ácida, leche, brandy, etc.
Se suele decir que la sal y los alimentos ácidos 'endurecen' las proteínas del huevo.
En algunas recetas de la Edad Media en las preparaciones de huevo se empleaba verjus como acidulante; en la cocina marroquí existen platos con huevo revuelto a los que se añade vinagre.
Sin embargo, la yema del huevo es rica también en fosfolípidos, en especial fosfatidilcolina o lecitina, que por esterificación y sustitución lo limpiaría (téngase en cuenta el condicional) del muy arriesgado colesterol malo (LDL), aunque también contienen ácidos grasos y omega tres, que eliminan el colesterol y, ya que estos están en mayor medida, el riesgo no es excesivo.
No es un tema que esté claro ni zanjado, como tantos otros en nutrición.
El huevo también es rico en luteína y zeaxantina, lo cual previene de problemas oculares como las cataratas.
El huevo, principalmente por la saciedad que aporta, es considerado un buen alimento para incluirlo en dietas enfocadas a perder grasa corporal.
Hay menos riesgo si se compran huevos que se venden al por menor en tienda de comestibles porque las empresas los lavan antes de que lleguen a las mismas.
Al sumergir un huevo en mal estado, flotará debido a la acumulación de gases en su interior.