Ante los reparos del virrey y el desinterés de los cusqueños, la idea quedó paralizada durante varios años.
El local de la ceca no sólo incluía los ambientes necesarios para acuñar monedas sino también varias tiendas que iban a ser arrendadas.
No se tiene constancia que esta primera casa de moneda tuviera una gran función.
Existen poca evidencia de su labor y, más bien, en comunicaciones del siglo XVIII se hace referencia a su reducida función.
En el siglo XX, existen fotografías que muestran el funcionamiento en ese solar de un hotel (Gran Hotel Colón) en la fachada que daba a la Plaza Regocijo y de un cine-teatro en la fachada que daba hacia la Plazoleta Espinar denominado "Teatro Excelcior".
[6] En 1938, durante el gobierno del general Oscar R. Benavides se lanzó el Plan Hotelero dentro de un fuerte plan de infraestructura nacional promovido por ese gobierno.
El 15 de julio de 1938, el jurado compuesto por los arquitectos Héctor Velarde y Augusto Guzmán, anunció a los ganadores del concurso: los arquitectos peruanos José Álvarez Calderón y Emilio Harth Terré quienes habían propuesto un edificio neo colonial que podría considerarse dentro del "art-deco indigenista".