Calle Heladeros

Luego de la llegada de los españoles, en 1555, el corregidor del Cusco, Sebastián Garcilaso de la Vega autorizó la construcción de edificios en medio del Huacaypata generando de esa manera estos espacios mencionados[1]​ y separando la Plaza de Armas y la entonces denominada Plaza de Tlanguis que ocupaba el espacio que hoy ocupan la actual plaza Regocijo, la plazoleta Espinar y el edificio del antiguo Hotel de Turistas del Cusco y cuyo límite noroccidental quedó determinado por la via que es actualmente la Calle Heladeros[2]​[3]​.

[5]​ y en el 2014, al formar parte de la red vial del Tawantinsuyo volvió a ser declarada como patrimonio de la humanidad.

Frente a esta iglesia se extiende la breve Plazoleta Espinar y el edificio del antiguo Hotel de Turistas.

Frente a éste y antes de llegar a la Calle Garcilaso, se levanta en el lado occidental la Casa de Garcilaso de la Vega que aloja el Museo Histórico Regional del Cusco.

Luego, en el lado oriental se encuentra la Plaza Regocijo y, frente a ella, las históricas casa del Truco y casa de Miota.