Además, la forma femenina de argr, org, no indicaba homosexualidad sino más bien que la mujer era algo lujuriosa o presuntuosa.
[5] Un conocido proverbio vikingo decía: "svá ergisk hverr sem eldisk”, "todos se convierten en ergi cuando llega la vejez".
[6] La existencia de estos “sacerdotes” homosexuales, en especial del culto a los dioses Vanir, parece confirmada por los cronistas.
Saxo Grammaticus menciona en su Gesta Danorum que algunos sacerdotes de Freyr presentaban aspecto y ademanes afeminados.
Además en el folklore germánico existía la creencia que las desviaciones sexuales, en especial el deseo homosexual, estaban causadas por una fuerza maléfica llamada nið, producida por unas criaturas mitológicas malvadas llamados nithings que influían en la gente por medio de la magia seid.
Cabe mencionar que el término “yegua” era una forma indirecta comúnmente utilizada para llamar despectivamente a un hombre homosexual pasivo.
[4][9] En el manuscrito de sagas Möðruvallabók del siglo XIV se menciona el término argaskattr (pago a un argr) lo que parece implicar prostitución masculina.