Las personas LGBTI en los Países Bajos son generalmente aceptadas y están protegidas legalmente contra la discriminación.
[1] Sus ciudadanos han mostrado una gran tolerancia hacia la homosexualidad y han apoyado ampliamente la igualdad de derechos para las personas del colectivo LGBTI,[2] aunque también haya sectores de cristianos conservadores y musulmanes que tienen opiniones más conservadoras con respecto a las normas sexuales, no obstante estos grupos son una pequeña minoría.
En 1730 los Países Bajos aprobó su propia ley de sodomía que declaraba la homosexualidad delito condenado con la pena de muerte, mientras formó parte del imperio alemán y del español estuvo sometida a las disposiciones y leyes imperiales que también la condenaban con la muerte.
Cientos de personas fueron ejecutadas acusadas de homosexualidad hasta 1811, cuando Francia invadió el país e instauró el código penal francés, que no consideraba delito las relaciones sexuales entre adultos que consintieran, dejando así legalizadas las relaciones homosexuales entre adultos.
En respuesta a esta nueva ley se organizó una división holandesa del Comité científico humanitario bajo la dirección de Jacob Schorer.