Las tribus nativas se volvieron aliados importantes de los franceses e ingleses en la lucha por la hegemonía norteamericana durante los siglos XVII y XVIII; estas alianzas intensificaron la violencia.
Dos años después de que los franceses fundaran Annapolis Royal, los ingleses establecieron su primer asentamiento, en Jamestown, Virginia al sur.
Durante el siglo XVIII, la lucha anglo-francesa en Canadá se intensificó ya que la rivalidad entre las naciones empeoró en Europa.
En tres ocasiones durante el siglo XVIII, las colonias francesas e inglesas de Norteamérica se encontraron en guerra.
[19] Al año siguiente, una victoria aún mayor se consiguió cuando el ejército británico —con unos 15.000 hombres bajo el mando del mayor general James Abercrombie— fue rotundamente derrotado en su ataque en una fortificación francesa en Carillon (más tarde renombrado Fuerte Ticonderoga por los británicos) en la parte sur del lago Champlain.
Montcalm, en contra del criterio de sus oficiales, se hizo a la mar con un ejército numéricamente inferior para encontrarse con los británicos.
Muchos americanos que seguían siendo leales a la Corona, conocidos como los Lealistas del Imperio Unido, se movieron hacia el norte,[21] incrementando notablemente la población de habla inglesa en la zona.
[25] La guerra ardió por toda la frontera del Alto Canadá, tanto en tierra como en las aguas de los Grandes Lagos.
La invasión fue detenida rápidamente, y Hull se retiró, pero esto le dio a Isaac Brock la excusa que necesitaba para abandonar las órdenes del Comandante en jefe de Norteamérica, George Prévost.
Estos guerreros fueron parte importante en muchas batallas y en varias ocasiones tuvieron un impacto psicológico debilitante en el enemigo.
Este era un grupo de irlandeses estadounidenses, en su mayor parte veteranos del ejército federal de la Guerra Civil, que creían que al hacerse con Canadá, podrían obtener concesiones por parte del gobierno británico respecto a su situación política en Irlanda,[29] más específicamente su independencia.
Las primeras grandes pruebas para la milicia fueron las expediciones contra las fuerzas rebeldes de Louis Riel en el oeste canadiense.
Esta fuerza, conocida como los voyageurs del Nilo, sirvió hábilmente en Sudán y se convirtió en la primera asistencia canadiense prestada en el extranjero.
Poco después del debate sobre la Segunda Guerra de los Bóer, otro similar se desarrolló sobre si Canadá debía tener o no su propia marina.
Canadá había tenido desde hace mucho tiempo una pequeña fuerza pesquera protectora adjunta al Departamento de la Marina y Piscifactoría, pero dependía del Reino Unido para su defensa marítima.
Los británicos estaban cada vez más inmersos en una carrera de armamentos con Alemania, y en 1908, le pidió ayuda a sus colonias con la marina.
[52][53] Aunque se siguió intentando interesar al gobierno canadiense en la aviación, este argumentaba que había "falta de fondos".
[55] La declaración de guerra británica automáticamente involucró a Canadá en el conflicto, ya que seguía siendo considerada una colonia.
[56] Sin el servicio militar obligatorio, la fuerza canadiense quedó limitada a aquellos lo suficientemente dedicados para enlistarse.
Todas las otras principales naciones combatientes habían introducido el servicio militar obligatorio para reponer las bajas masivas que estaban sufriendo.
[57] Aunque la reacción al servicio militar obligatorio fue favorable en la parte anglosajona de Canadá, la idea fue profundamente impopular en Quebec.
[57] Los francocanadienses sentían poco interés en ayudar a los británicos, y veían al ejército canadiense como una institución casi completamente anglocanadiense.
Para el final del día, sin embargo, los canadienses habían llevado a cabo las penetraciones más profundas tierra adentro de entre las cinco fuerzas invasoras.
[62] Como miembro fundador de la OTAN y signatario del tratado NORAD con los Estados Unidos,[63] Canadá se comprometió a la alianza contra el bloque comunista.
Aun así, Canadá redujo el presupuesto de las fuerzas armadas para enfocarse en asegurar su propia soberanía.
[76] El gobierno decía que se requería una reorganización y reestructuración de las fuerzas armadas para poder enfrentar satisfactoriamente los retos del futuro.
[81] Inicialmente la invasión logró acabar con el régimen talibán, mas no se pudo capturar al líder de al-Qaeda, Osama bin Laden.
[81] El nuevo gobierno afgano elegido democráticamente era autónomo, pero dependía en gran medida de otras naciones, principalmente en su defensa y seguridad.
[81] Su misión era ayudar a las otras fuerzas en la Operación Libertad Duradera, que buscaba acabar con los elementos talibán y de al-Qaeda restantes en el país.
[83] Esta decisión, popular en la mayor parte de Canadá,[83][84] sorprendió a la administración del presidente estadounidense George W. Bush, quien desde entonces ha buscado contar con el apoyo canadiense.