La muerte del general Wolfe

La muerte del general Wolfe es una muy conocida pintura[1]​[2]​ de 1770 realizada por el artista anglo-estadounidense Benjamin West.

West realizó cinco copias de la misma, incluyendo la encargada por el rey Jorge III en 1771, aunque éste finalmente desistiera de su adquisición dada la controversia surgida alrededor del tratamiento del tema.

En su centro el grupo principal, en medio del cual se encuentra Wolfe representado por West como un Cristo.

Este último fue incluido por West debido a su admiración por ese cuerpo de la infantería británica y su comandante.

La representación en la pintura del guerrero perteneciente a los pueblos originarios - arrodillado con su mentón sostenido por su puño y que mira la general Wolfe - ha sido analizado en varios sentidos.

Con el tiempo, sin embargo, la obra superó todas las objeciones y ayudó a inaugurar una práctica históricamente más adecuada.

[2]​ Reynolds y el arzobispo Drummond visitaron a West cuando estaba trabajando en el cuadro y ambos le aconsejaron que no pintara la escena de la muerte de Wolf a menos que «optara por representar las vestiduras propias de la Antigüedad clásica, pensadas para mostrar la grandeza inherente al... sujeto y no los ropajes utilizados en la guerra moderna».

«No obstante —comenta Anthony D. Smith—, cuando contemplamos su pintura, nos parece tan pasada de moda como revolucionaria.

[8]​ La pintura estuvo, originalmente, exhibida en la Royal Academy of Arts de Londres, RU.

El grabado de William Woollett fue la copia más conocida del original de West, alrededor del mundo. [ 7 ]