La muerte de Marat

La pintura representa al amigo del artista y líder revolucionario francés asesinado, Jean-Paul Marat.

Marat se lo agradeció y le dijo que serían guillotinados la semana siguiente, momento en el cual Corday inmediatamente lo apuñaló con un cuchillo.

Obedecí.» David tuvo que trabajar con rapidez, pero el resultado fue una imagen simple y poderosa.

Aunque la figura del propio Marat está idealizada ―por ejemplo, no se evidencia ninguno de sus problemas de piel que sufría―, los detalles alrededor del modelo se consideran ampliamente verídicos.

En este sentido, por muy realista que sea en sus detalles, esta pintura, en su conjunto, y desde el principio, es una construcción metódica que se centra en la víctima, una composición llamativa considerada hoy por varios críticos como una «terrible bella mentira» ―ciertamente no es una fotografía en el sentido forense y difícilmente la simple imagen que podría parecer―.

La pintura ha sido comparada a la Piedad de Miguel Ángel ―en particular, el brazo alargado que cuelga en ambas obras―.

David era también un conocido admirador de las obras de Caravaggio, especialmente por su composición y luz, y el Santo Entierro (1602-1604), conservado en la Pinacoteca Vaticana, es otra referencia que a menudo se cita.

Que David buscara, en el arte, transferir las cualidades sagradas durante largo tiempo asociadas con la monarquía y la Iglesia Católica a la nueva República Francesa es indiscutible -sin duda los líderes del Terror esperaban que él hiciera eso.

Por lo tanto, pocas veces una pintura ha resultado tan paradójica, pues esta imagen polifacética es al tiempo un retrato, una pintura histórica en el más alto grado (el propio David lo subrayó en las listas que más tarde dejó de sus propias obras), una imagen realista, una idealizada, una cuestión candente, y una condensación erudita de múltiples modelos antiguos.

Fue redescubierto por los críticos a mediados del siglo XIX, especialmente por Charles Baudelaire, cuyo famoso comentario en 1846 se convirtió en punto de arranque de un creciente interés entre artistas y estudiosos.

Detalle de La muerte de Marat que muestra el papel que sostiene Marat en su mano izquierda. La hoja dice (en francés): «Il suffit que je sois bien malheureuse pour avoir droit a votre bienveillance» (‘es suficiente que yo sea muy desafortunada para tener derecho a tu benevolencia’).
Charlotte Corday por Paul Jacques Aimé Baudry , pintado en 1860.