Historia de la hipertensión

Anteriormente era interpretada como una consecuencia del envejecimiento debido en parte a su carácter asintomático en la mayoría de los casos.

La industria farmacéutica, en los años cuarenta, comienza a investigar medicamentos con los que tratar la hipertensión, ya considerada una enfermedad grave.

[6]​ En el siglo III  a. C., el médico indio Súsruta menciona por primera vez en sus textos los síntomas que podrían ser coherentes con la hipertensión.

Galeno (131-201), Erisistrates, e incluso Hipócrates todos ellos recomendaban la reducción de sangre mediante la venesección controlada.

[8]​ Personalidades reconocidas como el Emperador Amarillo (en China), Cornelio Celso, Galeno e Hipócrates abogaron por tales tratamientos.

[8]​ En 1836, el médico Richard Bright observó cambios producidos por la hipertensión sobre el sistema cardiovascular en pacientes con enfermedad renal crónica.

[8]​ La presión arterial elevada por primera vez en un paciente sin enfermedad renal fue reportada por Frederick Mahomed (1849-1884).

Nuevos estudios patológicos clínicos por sir William Gull y HG Sutton (1872) dieron lugar a una descripción más detallada de los cambios cardiovasculares producidos en la hipertensión.

[10]​ El psicólogo Otto Frank fue el primero que acuñó el término hipertonía esencial (hypertonie essential) en 1911.

Frank llevó a cabo una importante labor en la base fisiológica de la forma de onda del pulso arterial; la denominación «enfermedad hipertensiva vascular», introducida anteriormente por Janeway en 1913 se describe con una mayor amplitud posteriormente al ser estudiada la enfermedad con mayor detenimiento.

Los nombres Irvine H. Page, Donald D. Van Slyke, Harry Goldblatt, John Laragh y Jeremy B. Tuttle son prominentes en la literatura sobre la hipertensión, y su trabajo mejora la actual comprensión de las bases bioquímicas de la hipertensión esencial.

Los estudios de Torricelli sobre hidroestática e hidrodinámica se amplían posteriormente por el físico francés Blaise Pascal.

El primer autor que realizó un exhaustivo estudio sobre la presión arterial fue el clérigo inglés Stephen Hales quién publicó un estudio sobre el tema en 1733 a partir de mediciones de presión intraarterial realizadas en caballos.

El primer volumen, Vegetable Staticks (1727), contiene una descripción de experimentos en fisiología vegetal y química.

[17]​ En la segunda mitad del siglo XIX se comenzaron a descubrir los fenómenos de la hipertensión.

El primer médico en diagnosticar hipertensión sin evidencias de enfermedad renal fue Frederick Akbar Mahomed.

No obstante la medición de la presión arterial se comenzó a realizar a mediados del siglo XIX, siendo el primero el doctor Stephen Hales que realizó los primeros experimentos para medir la presión sangínea.

Los métodos desarrollados por estos investigadores eran invasivos y consistían en la introducción de una cánula directamente en el sistema circulatorio.

En 1905 el médico ruso Nikolái Korotkov descubre un método "no invasivo" capaz de medir fácilmente la presión arterial mediante auscultación.

[20]​ El mercurio contenido en las ampollas es un contaminante no degradable, bioacumulable, que pasa al medio ambiente por evaporación o a través de las aguas residuales, y se deposita en el fondo marino, en el suelo y en sedimentos que pueden entrar posteriormente en la cadena alimentaria.

Los tratamientos mediante sangrías fueron muy populares en diversas culturas de la antigüedad y continuaron siendo aplicados hasta el siglo XIX.

[22]​ No obstante la terminología persiste en el International Classification of Disease (ICD9) que data de los años 1970s, pero todavía se emplea en Estados Unidos.

Sus efectos secundarios, potencialmente tóxicos hicieron que en las primeras décadas del siglo XX fuera abandonado.

En esta época Smithwick (1948) publica sus resultados acerca de la simpatectomía dorso-lumbar como tratamiento para la hipertensión.

No obstante, en paralelo, se investigaban métodos para reducir la tensión arterial mediante sistemas de medicamentos hipotensores.

La pentaquina que es un agente contra la malaria se mostró efectivo como medicamento para disminuir los niveles de presión arterial.

Se realizaron experimentos con el objeto de averiguar si era, o no, un medicamento para la hipertensión.

Donde se anuncia que este nuevo compuesto mejora las prestaciones anti-hipertensivas de cualquier otro medicamento conocido hasta la fecha.

En 1967, Fleckenstein sugirió que el efecto inotrópico negativo dependía de inhibición del acoplamiento entre excitación y contracción, y que el mecanismo comprendía reducción del movimiento de Calcio hacia los miocitos cardíacos.

La vigilancia de la tensión mediante esfigmomanómetros se remonta a comienzos del siglo XX.
Mujer aplicándose unas sanguijuelas para reducir el exceso de sangre . Las sanguijuelas se almacenan en botellas diseñadas para tal fin.
Ilustración por William Harvey (1578-1657) de la circulación venosa del antebrazo. [ 12 ]
Esfigmomanómetro de mercurio, retirado a finales del siglo XX.
Un esfigmomanómetro de Marey inventado en 1881
Un moderno esfigmomanómetro electrónico de muñeca.
Todos los estudios demuestran la relación entre la hipertensión y el consumo de sal.