Historia de Mérida (Venezuela)

Posteriormente habitó otro grupo étnico, que ha sido relacionado con los chibchas por sus similitudes en cuanto a mitología, patrones funerarios y de asentamiento, construcción de viviendas, técnicas agrícolas, etc. Cuando los españoles llegaron a la Cordillera Andina entraron en contacto con este segundo grupo.[3]​ Otra influencia posterior a este segundo grupo, y también significativa para la cultura precolombina andina fueron los grupos Arawak, quienes emigraron a los Andes venezolanos durante el siglo IX.[3]​ La meseta sobre la que se asienta actualmente la ciudad de Mérida, estuvo habitada por algunos grupos indígenas, siendo los tateyes o tatuyes los más conocidos.Su concepción espiritual se fundamentaba en la "adoración" de ciertos elementos naturales: montañas, lagunas, sol, entre otros.[3]​ En 1628 los padres jesuitas abrieron el colegio de San Francisco Javier en la ciudad e impulsaron la agricultura por sus ideas revolucionarias.[3]​ Para 1767 la biblioteca del colegio de San Francisco Javier tenía volúmenes considerados peligrosos por la Inquisición española.[4]​ En 1778 la ciudad fue elevada a sede Episcopal por el Papa Pío VI ante la petición que hiciera el monarca de España.Mérida estaba conformada por las parroquias El Sagrario, correspondiente al centro de la ciudad, Milla, y El Llano.[cita requerida] Dada su condición de ciudad de Mérida, la misma además es conocida a nivel nacional por las importantes protestas estudiantiles también denominadas comúnmente disturbios que tienen lugar en sus calles.
Sello postal de 1958 por los 400 años de la primera fundación de Mérida.
Mérida en 1957.
Protesta estudiantil en la ULA, Mérida.