Laguna de Urao

[1]​ Constituye un paisaje natural excepcional dentro de un marco general semiárido.

En el pasado constituyó un valioso recurso para los amerindios, pobladores autóctonos de la región, que se sumergían y extraían algunas rocas de sal del fondo de la laguna para luego pulverizarlas y mezclarlas con hojas de tabaco seco, para producir el chimó.

[2]​ A finales del año 1558, Juan Rodríguez Xuárez, alcalde ordinario de Pamplona, Colombia; obedeciendo un edicto real, el cual lo nombraba jefe de una expedición para aplacar a unos indígenas que impedían el acercamiento a una mina de oro en sectores de la sierra Nevada La Arboleda y Chicagua, así como poblar y labrar dichas tierras, se encaminó por el norte de Santander lo que le permite descubrir y fundar gran parte del estado Táchira y Mérida, también en esta trascendente expedición descubre una laguna salada en los andes venezolanos, llamada luego laguna de URAO, y cuyo nombre indígena era Yohama, a sus alrededores tenía varias tribus, donde este conquistador bautizó este asentamiento como la población de Lagunillas, justo antes de fundar a la ciudad de Mérida.

Realmente esto no ha podido ser comprobado personalmente, pero en cualquier caso es una verdadera tragedia, considerando la importancia histórico-social y ecológica para Lagunillas y sus alrededores del cuerpo de agua más famoso de la historia de los Andes venezolanos, decretado como Monumento Natural en 1979.

Por: Osman Ramírez Existen bastantes Historias y Leyendas sobre la Laguna de Urao[4]​ que le dan un aire enigmático y si se quiere hasta tenebroso al lugar, el silencio y la tranquilidad que se siente en sus alrededores se prestan para dejarse envolver por dichas historias.

Vista de la laguna