El puerto por excelencia durante el Virreinato (pues España no tenía colonias) fue Cartagena, aunque Santa Marta siempre trato de disputarle el monopolio.En 1830 empezó la competencia con Sabanilla, se resintieron los samarios y solicitaron al congreso la clausura de este puerto.Debido a esta decisión llegaron más extranjeros a Barranquilla, hasta el punto de que en 1849 había trece casas de comercio en dicha ciudad, de las cuales ocho eran extranjeras, y ya en el mismo año llegaron a existir dieciocho casas comerciales en la Nueva Granada; siete en Barranquilla, seis en Bogotá, tres en Cartagena y dos en Santa Marta.Para 1843 y 1844 después de acabada la guerra, los Cartageneros volvieron sus ojos a unos proyectos que la ciudad gestionaba desde hace unos años.Con esto se economiza el viaje a los comerciantes granadinos en el exterior, que era costoso y lleno de peligros con ventajas para todos pero fue un fracaso.[2] Así, la ciudad se convirtió en un puerto marítimo importante para el comercio nacional, compitiendo con Barranquilla.
Cartagena y alrededores. 1823.
Croquis de Cartagena y sus lugares importantes. 1823.