Hipótesis de la Tierra especial

La hipótesis argumenta que la vida compleja extraterrestre es un fenómeno improbable y extremadamente raro.

Por ejemplo, se menciona habitualmente que sin una Luna tan grande como la que tiene la Tierra, el planeta tendería a presentar una precesión mucho más importante, cambiando drásticamente de inclinación en su rotación, y afectando así de manera caótica al clima y, muy posiblemente, imposibilitando la vida tal como la reconocemos.

Se mencionan también otras aparentes casualidades afortunadas, como el hecho de que el Sol esté en un lugar de la Vía Láctea relativamente libre de supernovas, en contraposición al centro galáctico, o que el Sol es del tamaño justo para dar energía suficiente, y durar lo suficiente, como para que la vida haya aparecido.

Estas, entre muchas otras casualidades, separadamente pueden parecer triviales, pero juntas convierten a la Tierra en un lugar cósmicamente especial.

Adicionalmente, la vida compleja requiere eventos que provoquen cambios evolutivos importantes, incluso extinciones masivas.

La hipótesis de la Tierra especial plantea que los planetas con formas de vida avanzadas, como la Tierra, serían extremadamente raros