[1] Durante la minoría de edad de Fernando IV y también durante el resto de su reinado, su madre procuró aplacar a la nobleza, se enfrentó a los enemigos de su hijo, e impidió en varias ocasiones que Fernando IV fuese destronado.Y al igual que sus predecesores en el trono, Fernando IV prosiguió la empresa de la Reconquista y, aunque fracasó en su intento de conquistar Algeciras en 1309, sí consiguió tomar Gibraltar en ese mismo año, y en 1312 el municipio jienense de Alcaudete.[2] Fernando IV falleció el 7 de septiembre de 1312 en Jaén sin que nadie le viera morir,[3] y la historia y la leyenda se han entrelazado indisolublemente en lo concerniente a la defunción del monarca,[4] que recibió a su muerte el sobrenombre de el Emplazado a causa de las circunstancias misteriosas en que se produjo la misma.[5] Las crónicas de la época señalan que, estando el rey en Palencia, fue informado de la muerte del caballero Juan de Benavides, que era su privado y había sido asesinado por dos hombres, siendo la autoría del crimen atribuida a los hermanos Carvajal, que se llamaban Pedro y Juan[6] y eran caballeros de la Orden de Calatrava.Es lo que viene a conocerse como "rollo de justicia".