A las religiosas de este instituto se les conoce como hermanas corazonistas y posponen a sus nombres las siglas H.C.C.J.
Para dar vida al proyecto, la fundadora contó con el apoyo del papa Pío IX y la colaboración de Enrique de Ossó.
[2] Entre las miembros del instituto destacan la fundadora Isabel de Larrañaga Ramírez, cuyo proceso de beatificación se encuentra en curso y es considerada venerable en la Iglesia católica y las religiosas españolas Rita Dolores Pujalte Sánchez y Francisca Aldea Araujo, quienes murieron como mártires, durante la Guerra civil española del siglo XX y son veneradas como beatas.
La sede central se encuentra en Roma (Italia).
[1] Las hermanas corazonistas viven según el modelo de vida establecido en sus propias constituciones y se dedican a la educación, a la dirección de los ejercicios espirituales y a la pastoral social, especialmente en favor de las mujeres.