[1] Murió fusilada durante la guerra civil española y fue proclamada beata por el Papa Juan Pablo II en 1998.
[2] Desde su juventud mostró cierta propensión a la vida religiosa: pertenecía a la asociación de las Hijas de María, a la Tercera Orden Franciscana Seglar, a la Sociedad de San Vicente de Paúl y fue catequista.
[2] Estaba ciega y postrada en cama cuando, en 1936, los republicanos ocuparon su convento: fue apresada junto con la hermana Francisca, que también estaba enferma, llevada cerca del cementerio de Canillejas y fusilada.
[3] Fue beatificada por el Papa Juan Pablo II el 10 de mayo de 1998 en la Plaza de San Pedro en Roma: en la misma ceremonia se proclamaron beatos otros mártires de la guerra civil española (la hermana Francisca Aldea Araujo, siete salesas de Madrid y María Sagrario de San Luis Gonzaga), Nematala Youssef Kassab Al-Hardini y María Maravillas de Jesús.
[2] Su elogio se lee en el Martirologio romano el 20 de julio, el día de su martirio.