En ese año, un maestro local presentó la loma al arqueólogo británico James Mellaart.
Destacan numerosas figuras desnudas femeninas en arcilla, que posiblemente representaran a alguna divinidad.
Incluso la cerámica puede tener forma zoomorfa, y sería la primera de este tipo encontrada en Anatolia.
En el período precerámico, existían edificios con el típico revoco del suelo, pintado y aplicado según se ha visto en Jericó.
Con el tiempo se hicieron cambios en las viviendas, encontrándose en las mismas piedras de mano para moler, morteros y braseros.
La cocina estaba separada de la sala principal y los niveles superiores fueron utilizaron como graneros y/o talleres.