En agosto de 1414 aparece documentado su padre Rui Pérez por última vez, cuando el entonces príncipe Alfonso (futuro Alfonso V), les ordenó a Rui Pérez y a su hijo Guiralt (y a otros diez "valedores" suyos), que en un plazo de seis días comparecieran ante él, para responder por el asesinato del hijo de García Cajal, de Biescas (que se había querellado contra ellos).
[3]Desconocemos la determinación del príncipe en aquel lance, pero es evidente que aquel episodio había levantado la "ira regia".
[6]En estos conflictos locales entre clanes nobiliarios, Guiralt contaba con sus "valedores", o personas de la máxima confianza (compuesta por nueve franceses y catorce aragoneses), liderados por su hijo Rodrigo.
Nombró "espondalero" (albacea) a su hijo Rodrigo, y ordenó ser enterrado en la iglesia de Gavín, donde estableció una capellanía en memoria de sus padres, así mismo estableció la viudedad foral para su esposa Guillerma a quien ordenó satisfacer todas sus deudas legítimas.
Es posible que el señorío alcanzara su máximo esplendor y extensión en los tiempos de Guiralt pues, a su muerte en 1445, dejó en herencia la jurisdicción señorial sobre 12 lugares: Gavín, Yésero, Orós Alto, Orós Bajo, Oliván, Lárrede, Navasa, Sasal, los actuales despoblados de Susín, Casbas de Jaca, Berbusa y Ainielle; además de la propiedad sobre cuatro pardinas sitas dos en el valle del río Aurín y otras dos en Fañanás e Isábal, una torre en Biescas con sus dos molinos (el harinero y el "trapero" o batán) y, finalmente, la Casa-palacio solar del linaje en Gavín, tres casas-palacio más en Susín, dos en Senegüé, y otra en Baraguás "con todos sus heredamientos", amén de los más de 1.000 florines de oro que dispuso entre mandas dotales de sus hijas, o legítimas.