La existencia de Yésero está documentada en el siglo XI (1076), pero su máximo esplendor lo alcanzó en época bajomedieval, a finales del siglo XV, cuando fue la población más importante del valle de Gavín.
[9] Las calles de Yésero no son rectilíneas, y en ocasiones se deslizan bajo algún pasaje, para acabar confluyendo en la gran plaza cercana a la iglesia.
Algunos conservan las típicas chimeneas troncocónicas rematadas con el espantabrujas y amplios solanares de dos pisos que se abren a un patio o corral interior.
Sus portadas presentan dinteles esculpidos con la fecha de su construcción, escudos y otros motivos ornamentales.
Se caracteriza por la perfecta adaptación al medio, con la utilización de los materiales que ofrece la propia naturaleza: la madera y la piedra especialmente.
La mayor parte de la fábrica actual corresponde a la reforma llevada a cabo en el siglo XVII, presentando una factura barroca formada por nave única y ábside plano cubriéndose con bóveda de lunetos.
La cabecera recta está precedida por un amplio arco triunfal y a los pies se levanta el coro.