Por lado materno, Guillermina era sobrina del landgrave Guillermo VIII de Hesse-Kassel y del rey Federico I de Suecia.
La pareja se instaló en el Castillo de Rheinsberg, en Berlín, donde tenían su propia corte.
Sin embargo, Guillermina y Enrique no tuvieron hijos, y según varios historiadores se debió a que al igual que su hermano mayor, Federico, Enrique era homosexual.
Después de la separación, Guillermina se trasladó al Palais Unter den Linden en Berlín.
[3] Mientras que la mayor parte de la familia real se marchó, al parecer debido a la crítica anti-napoleónica que habían expresado, Guillermina se quedó con su cuñado, Augusto Fernando de Prusia, y su esposa, Isabel Luisa de Brandeburgo-Schwedt, debido a su "avanzada edad", así como también la princesa Augusta de Prusia, que en ese momento estaba embarazada.