El río Dniéster se convirtió en una nueva frontera internacional entre ambos países.
La guerra se declaró en 1788, pero los preparativos de Turquía fueron inadecuados y el momento mal elegido, con Austria aliada a Rusia, hecho conocido por los turcos sólo cuando ya era demasiado tarde.
Los turcos consiguieron que los austriacos se retiraran de Mehadia y conquistaron el Banato (1789); pero en Moldavia el mariscal de campo Piotr Rumyántsev-Zadunayski tomó Iaşi y Jotín.
Tras un largo sitio invernal Ochákiv cayó ante el príncipe Grigori Potiomkin, y todos sus habitantes fueron masacrados.
Esta noticia afectó tanto al sultán Abdul Hamid I que le causó la muerte.