La guerra ruso-turca (1568-1570) (que se hace referencia en las fuentes otomanas como la Expedición de Astracán) fue una guerra entre el zarato de Rusia y el Imperio Otomano.
En 1556, el Kanato de Astracán fue conquistado por Iván el Terrible, que había construido una nueva fortaleza en una colina empinada con vistas al Volga.
En 1568, el gran visir Sokollu Mehmet Paşa, que era el verdadero poder en la administración del Imperio otomano bajo Selim II, inició el primer encuentro entre el Imperio Otomano y su futuro rival del norte.
A comienzos de 1570, los embajadores de Iván IV el Terrible firmaron en Constantinopla un tratado que restauraba las relaciones amistosas entre el sultán otomano y el zar ruso.
El Imperio Otomano, aunque militarmente derrotado, insistió en el paso seguro para los peregrinos y comerciantes musulmanes de Asia Central, así como la destrucción de la fortaleza rusa en el río Térek.