Guerra civil italiana

Con todo, las tropas alemanas lograron hacerse prontamente con el control del norte y centro de Italia, creando así la República Social Italiana (RSI, también conocida como la República de Saló), en la que Mussolini fue puesto como líder tras haber sido rescatado por paracaidistas alemanes.

Las confrontaciones entre las facciones dieron como resultado la tortura y muerte de muchos civiles.

Durante la campaña italiana, los partisanos recibían suministros de los aliados occidentales, que incluían armas pequeñas, municiones y explosivos.

Las fuerzas aliadas y los partisanos cooperaban en misiones militares, lanzando en paracaídas o volando personal tras las líneas enemigas, que incluía con frecuencia a miembros italoestadounidenses de la OSS.

Los primeros grupos de partisanos se formaron en Boves, Piamonte y Bosco Martese, Abruzos.

Estas primeras unidades organizadas se disolvieron rápidamente gracias a la rápida reacción alemana.

Formaron el primer Comité de Liberación Nacional (CLN), del que Bonomi asumió la presidencia.

El Partido Comunista Italiano estaba ansioso por tomar la iniciativa, sin esperar a los Aliados: ... è necessario agire subito ed il più ampiamente e decisamente possibile perché solo nella misura in cui il popolo italiano concorrerà attivamente alla cacciata dei tedeschi dall'Italia, alla sconfitta del nazismo e del fascismo , potrà veramente conquistarsi l'indipendenza e la libertà.

Poco después del Armisticio, el Partido Comunista Italiano[13]​ y los Gruppi di Azione Patriottica ("Grupos de Acción Patriótica") o simplemente GAP, establecieron pequeñas células cuyo propósito principal era el de desatar el terror urbano por medio ataques con bombas contra fascistas, alemanes y sus partidarios.

En un anuncio público del PCI en septiembre de 1943 se declaró:Ante la tiranía del nazismo, que pretende reducir a la esclavitud por medio la violencia y el terror, debemos responder con violencia y terror.

[15]​ Los memoriales partisanos insisten en la "eliminación de enemigos particularmente odiosos",[16]​ como torturadores, espías y provocadores.

Según los fascistas, sus fuerzas armadas contaban con 780.000 hombres y mujeres, pero otras fuentes indican que su número no pasaba de 558 000.

Estas unidades, que estaban compuestas en gran medida por delincuentes comunes,[30]​ adoptaron métodos brutales durante sus operaciones de contrainsurgencia, represión, represalia y contraespionaje.

Entre las primeras unidades de este tipo en formarse estuvieron las bandas de los federales (líderes fascistas provinciales) Guido Bardi y William Pollastrini en Roma, cuyos métodos groseros y vulgares escandalizaron incluso a los alemanes.

[31]​ En Roma, la Banda Koch ayudó a desmantelar la estructura clandestina del Partido de Acción.

Así pues, Colombo permaneció en su puesto, a pesar de quejas e indagaciones.

Las víctimas fueron quince rebeldes antifascistas, asesinados en retaliación por un asalto contra un camión alemán.

[37]​ El Cuerpo trabajaba contra los grupos antifascistas y era autónomo (es decir, no tenía que rendir cuentas a Rodolfo Graziani), según una orden dada por Mussolini el 19 de noviembre de 1944[38]​ Tras la victoria en la campaña en África del Norte, los aliados dieron inicio a la campaña italiana.

Al día siguiente, el rey Víctor Manuel III hizo arrestar a Mussolini y lo reemplazó en el gobierno con el mariscal Pietro Badoglio.

Mientras tanto, los alemanes, preparados ya para la eventualidad de una rendición italiana, estaban planeando la operación Achse para ocupar la península.

"[43]​ Estos sentimientos también se apoyaron en el hecho de que muchos funcionarios públicos del período fascista en puestos clave habían sido mantenidos en su lugar por el nuevo gobierno, como reza el verso de La Badoglieide, una canción satírica contra Badoglio: "A los escuadristas volviste a llamar / a los antifascistas los metiste en la cárcel / las camisas ya no eran negras / pero el fascismo seguía siendo el amo".

El sucesor de Galbiati al mando del cuerpo, Quirino Armellini, emitió una circular el 30 de julio en la que logró asegurarle a Badoglio que los camisas negras eran inofensivos, estigmatizando "la reacción del país, desagradable y muchas veces brutal hacia la milicia", y asegurando la voluntad del nuevo gobierno de continuar la guerra contra los angloamericanos, calificados como enemigos "animados por el odio inhumano y por la determinación decidida de aniquilar" la patria, ante lo cual era necesario "oponer nuestros pechos y nuestras armas, luchando denodadamente junto a nuestros aliados".

Víctor abandonó Roma junto con su gabinete, dejando al ejército sin órdenes.

[51]​ Los recursos se enfocaron en impulsar la propaganda entre las masas en las áreas liberadas, bajo el denominador común de dar fin al apoyo fascista.

Los fascistas eran fuertes en las ciudades y los llanos, donde podían recibir el apoyo de artillería pesada, mientras que las pequeñas unidades partisanas predominaban en las zonas montañosas que les brindaban mejor cobertura, y donde las grandes formaciones no podían maniobrar de manera efectiva.

25 000 partisanos capturaron Milán el mismo día, y lo propio ocurrió con Turín dos días después, el 28 de abril.

Mussolini intentó retirarse a las montañas el 27 de abril, pero fue capturado por los partisanos y ejecutado.

Mapa de la República Social Italiana (1943-1945). Su territorio fue el teatro de la guerra civil
Poder de Wolff para la rendición de Caserta