El Rey Carlos III de España en el siglo XVIII, prohibió por Cédula Real, hablar las lenguas indígenas en las colonias.
[7] Hacia los siglos XIX y XX, el guaraní correntino se convierte en lengua regional.
En la actualidad, es hablada mayormente en la zona rural, donde la influencia de la escuela es menor, y es utilizada por hablantes bilingües.
Aunque las similitudes son muchas, el guaraní correntino utiliza con mayor frecuencia hispanismos para referirse a colores, numerales, ubicación espacial y parentescos.
[12] Otras diferencias existen en el uso del vocabulario y en las pronunciaciones (por ejemplo: "nendivéi" por "nendive", "pende" por "pe’ẽ", "miri" o "mini" por "michĩ"), debido a la dinámica de la fonética.