[4] Se encuentran en salidas de metro, parques y avenidas concurridas de toda la ciudad, se preparan al momento en que se piden y se consumen frente al puesto o de camino al trabajo.
[5] Existen diferentes tipos de tamal con los que se puede rellenar una guajolota: Existen diversas teorías acerca del origen del nombre «guajolota».
Algunos lo atribuyen a la forma cebada y redondeada similar a la pechuga de un guajolote (una variedad de pavo consumida en México).
[6] También, ya que es un antojito altamente calórico (entre las 800 y las 1000 calorías[4]), se dice a quien lo consume que lo «engordará como a un guajolote».
De tacos, tamales y tortas (2013), el historiador mexicano José N. Iturriaga explica que la guajolota nació en la ciudad de Puebla hace, por lo menos, dos siglos,[8] y que esta receta original difiere ligeramente de la actual guajolota, puesto que se usaba pan bazo y se rellenaba con una enchilada roja (chiles secos colorados) y carne de puerco deshebrada.