Gran Zimbabue

En el siglo XIV fue la capital del reino bantú de los Shona y su población alcanzaría los 20 000 habitantes.

A finales del siglo XV, esta civilización desapareció en extrañas circunstancias.

En su apogeo, se cree que el Gran Zimbabue albergaba a unos 18 000 habitantes.

Las ruinas que han sobrevivido hasta nuestros días están construidas completamente en piedra.

Se cree que esto es así con la intención de prevenir en caer en la enfermedad del sueño.

Más de 300 estructuras se han localizado hasta el momento en la Gran Cerca.

La Acrópolis es un complejo arqueológico construido como palacio de una capital importante, datado mediante carbono 14, en el siglo XIV d. C. Entre sus edificios destaca el palacio real, construcción de enormes dimensiones levantada con piedras y sin cemento, que describió en su diario de viaje el explorador portugués Duarte (1517).

Las ruinas que sobreviven están construidas completamente de piedra y abarcan 730 hectáreas.

A lo largo de la ciudad discurren dos senderos principales que permiten recorrerla al completo.

Los objetos más importantes recuperados del Monumento son los ocho pájaros de Zimbabue, que representan al águila bateleur, un buen presagio, espíritu protector y mensajero de los dioses en la cultura shona.

Las ranuras en una plataforma en el Recinto Oriental del Complejo de Colinas parecen diseñadas para mantener los monolitos con las aves de Zimbabue, pero como no se encontraron in situ, no se puede determinar qué monolito y qué aves estaban donde.

El gran rebaño de ganado que abastecía a la ciudad se movía por temporadas y era manejado por la corte.

A pesar de estos fuertes vínculos comerciales internacionales, no hay evidencia que sugiera el intercambio de conceptos arquitectónicos entre el Gran Zimbabue y centros como Kilwa.

Dos de esas cuentas mencionan una inscripción sobre la entrada al Gran Zimbabue, escrita en caracteres desconocidos por los comerciantes árabes que la habían visto.

La primera visita europea pudo haber sido realizada por el viajero portugués António Fernandes en 1513- 1515, quien cruzó dos veces e informó detalladamente la región de la actual Zimbabue (incluidos los reinos shona) y también los centros fortificados de piedra sin mortero.

João de Barros dejó otra descripción del Gran Zimbabue en 1538, como le contaron los comerciantes moros que habían visitado el área y poseían conocimiento del interior.

No les parece posible que sean obra del hombre.” Las ruinas fueron redescubiertas durante un viaje de caza en 1867 por Adam Render, un cazador, explorador y comerciante germano-estadounidense en el sur de África, mostró en 1871 las ruinas a Karl Mauch, un explorador y geógrafo alemán de África.

Bent, cuya experiencia arqueológica se había circunscrito a Grecia y Asia Menor, declaró en su libro The Ruined Cities of Mashonaland publicado en 1891 que las ruinas mostraban que los constructores habían sido, bien los fenicios, o bien los árabes.

Esta y otras excavaciones realizadas para Rhodes dieron como resultado la publicación de un libro en el que presentó las ruinas a los lectores ingleses.

Bent no tenía formación arqueológica, pero había viajado mucho por Arabia, Grecia y Asia Menor.

En la primera edición de su libro The Ruined Cities of Mashonaland (1892), Bent declaró que los restos arqueológicos revelaban a los fenicios o a los árabes como sus constructores, y mostró la posibilidad de que la fortaleza tuviera una gran antigüedad.

Flinders Petrie lo examinó e identificó un cartucho en su cofre como perteneciente a la XVIII Dinastía Faraón egipcio Tutmosis III y sugirió que era una estatuilla del rey y lo citó como prueba de los lazos comerciales entre los gobernantes.

Johann Heinrich Schäfer más tarde evaluó la estatuilla y argumentó que pertenecía a un conocido grupo de falsificaciones.

Más importante aún, sugirió una fecha totalmente medieval para las fortificaciones amuralladas y el templo.

En la década de 1970, un rayo produjo algunas de las fechas anómalas que en 1952 se habían datado, por ello, se volvió a analizar y dio una fecha del siglo XIV.

En cambio, por último tenemos que Gilbert Pwiti, ha publicado numerosos artículos sobre vínculos comerciales.

La cultura Gokomere probablemente dio origen a los dos pueblos mashona, un grupo étnico que comprende distintos subgrupos étnicos, como el clan karanga local y la cultura rozwi, que se originó como varios Estados shona.

Los pueblos gokómeros probablemente también se relacionaron con ciertos grupos bantúes tempranos cercanos, como la civilización Mapungubwe del vecino sudeste de África del Sur, que se cree que fue una cultura primitiva de habla venda, y con el cercano Soth.

El reclamo de Lemba también fue informado por William Bolts (en 1777, a las autoridades austriacas de Habsburgo), y por un AA Anderson (escribiendo sobre sus viajes al norte del río Limpopo en el siglo XIX).

La torre cónica del Gran Recinto de la ciudad Gran Zimbabue
Pájaros de Zimbabue
Vista aérea del Gran Recinto y Complejo del Valle, mirando hacia el oeste.
Acrópolis del Gran Zimbabue.
Moneda con el pájaro de Zimbabue.
Mapa de Abraham Ortelius en 1570, Africae Tabula Nova, "Simbaoe"
James Theodore Bent
Las ruinas de la ciudad de Mashonalan
Exterior del muro de la Gran Cerca. Fotografía tomada por David Randall-MacIver en 1906.
Escudo de Zimbabue con el Pájaro de Zimbabue y una representación del Gran Zimbabue.
El pájaro de Zimbabue, representado en la bandera de Zimbabue.