Gran Priorato de Navarra de la Orden de San Juan de Jerusalén
En esta fecha el califa al-Mustansir restablece el protectorado sobre la comunidad cristiana y permite al emperador bizantino Constantino Monomaco, que había socorrido al califa con grano para paliar una hambruna padecida, la reconstrucción del templo.Quedan registros «de todo tipo» donde se describe «la vida de los sanjuanistas en los más variados aspectos: arte, construcciones, pleitos, capítulos, nombramientos, etc.»[37] Durante esta época moderna las relaciones con la monarquía decaen notablemente excepto en la primera mitad del siglo XVI.Para el siglo XII se registró una red formada por 17 encomiendas; en el siglo XIII creció hasta 21; para la decimocuarta centuria la suma alcanzó la cifra de 28, disminuyendo en la centuria siguiente hasta media docena aproximadamente.A la inicialmente creada en la ciudad de Sangüesa se fueron sumando otras conforme alcanzaban entidad suficiente para requerir una gestión más concreta.Aunque a esta merinda habría que añadir las ubicadas en Ultrapuertos, se sigue la segmentación popular tratándolas por separado.Esta encomienda fue el núcleo primigenio de la presencia sanjuanista en Navarra siendo, al mismo tiempo, la que procura la primera noticia registrada del primer comendador, Pedro Ramón, en 1165.[68] Consta que en 1278 se llevó a cabo allí un capítulo general y durante el siglo XIII fue perdiendo la importancia inicial conforme iban creciendo otras posesiones sanjuanistas.[71] Entre sus recursos se contaban con fértiles tierras de secano así como monte para la explotación forestal.[83] Se constituyó en encomienda a finales del siglo XIII, en 1285, aunque anteriormente los hospitalarios poseían allí una iglesia.Hasta el siglo XIV, sin embargo, no aparecen las primeros registros sobre los comendadores allí destinados.En 1214 se menciona su comendador por primera vez y en 1254 el rey Enrique III de Inglaterra, la brindaba su protección.[101]En el norte de Navarra, sólo aparece referenciado en 1189 un comendador en Vera, aunque ya no se vuelve a nombrar.En el siglo XIII tenía propiedades en más de 85 localidades navarras dedicadas principalmente a la producción agrícola.La relevancia de la encomienda viene determinada cuando en 1274 y 1291 se convocan en ella el capítulo general.En la actualidad permanece la iglesia con uno de los cuatro torreones que tenía el conjunto rodeando un amplio patio.También aparece referenciada una encomienda en Zufía,[111] villa que había sido donada a los sanjuanistas por Pedro Garcés Almoravid en 1192.En el monasterio había dos monjas y además tenían una escuela, en ella se educaba a los niños que entrarían en un futuro en la Orden.[119][120][116] Estas dos encomiendas de menor importancia dependieron en una primera época directamente del priorato y más adelante tuvieron un comendador para ambas.En algún momento perdió relevancia y quedó supeditada al mismo comendador que la de Calchetas.Era un terreno pequeño, pero muy productivo, dedicado a viñas y regadío, lo que explica la riqueza generada por la encomienda.Se encontraba limítrofe con la villa de Urzante, después incorporada a la encomienda mediante compra en 1253.[131] La localidad fue comprada íntegramente constando como encomienda desde 1189 adquiriendo mayor relevancia hasta el punto de relegar a Mallén como sede del priorato.[132] En el siglo XII fue demolida la fortificación del lugar, debido muy probablemente al crecimiento de esta.Teobaldo II les concedió la facultad de abrir acequia y sacar aguas del Ebro entre las dos encomiendas en 1252.[135] Ambas encomiendas se mantuvieron como villa de la Orden hasta el primer tercio del siglo XIX.Existe una pequeña estructura octogonal de piedra que quizás pudiera haber tenido una finalidad defensiva[146].Disuelta esta orden militar (1309) y confiscados sus bienes muebles, el rey Luis I el Hutín entregó la villa en 1313 a los hospitalarios de San Juan de Jerusalén, aunque reservándose la Corona la “cena” y algunas heredades.[152] La iglesia de San Bartolomé, construida por los templarios, aún permanece en pie aunque, tras numerosas modificaciones, ha perdido su apariencia original.[150] En base a las iglesias sanjuanistas conservadas actualmente, y haciendo una breve descripción de los principales rasgos arquitectónicos de los conjuntos conventuales radicados en encomiendas situadas en entornos rurales[154] se pueden establecer algunas características morfológicas comunes que responden a dos funciones fundamentales:[155] Aunque sin elementos de peso que actualmente lo respalden, quizá también habrían tenido una torre-fortaleza en sus templos encomiendas como Cabanillas, Leache y Apat Hospital.Con las reservas propias de una investigación tan incipiente en esta tipología arquitectónica, «se puede avanzar que la arquitectura del ámbito rural de las órdenes Militares en Navarra no es homogénea, sino que desarrolla diferentes patrones artísticos.» En todos los casos «se siguen los patrones del románico navarro.»[156]
El Albergue de la
Lengua de España y Portugal
en la ciudad medieval de
Rodas
. (Rottiers Bernard Eugène Antoine. Monuments de Rhodes [Album], Brussels, Mme V. A. Colinez, 1828).
Panorámica desde
Peñalén
, en la confluencia del Arga y el Aragón, mostrando las feraces vegas de la Ribera de Navarra. En el centro de la imagen está
Villafranca
.