Sin duda había causado estragos en los lugares de donde provenía, tanto en Rhûn como en Harad, y por ello los ataques contra Gondor se detuvieron por un tiempo.
Las regiones de Anórien y Calenardhon prácticamente se despoblaron, produciendo grandes pérdidas económicas.
A medida que avanzaba hacia el Norte y el Oeste iba perdiendo fuerza.
Cardolan también quedó casi desierta y los espíritus de Angmar se instalaron en Tyrn Gorthad.
Parece claro que la peste apresuró la caída del Reino de Arthedain, cuyas fuerzas quedaron muy menguadas para enfrentar al Rey Brujo.