Gracia Morales

Sus textos dramáticos se han traducido al inglés, francés, alemán, portugués, húngaro, italiano, croata, rumano y persa, y se han estrenado en más de quince países.

Para realizar los estudios de Filología Hispánica se trasladará a Granada, ciudad en la que reside desde entonces.

Posteriormente consigue una beca postdoctoral, gracias a la cual trabaja con la investigadora Milagros Ezquerro en la Universidad de Montpellier.

Autores como José Sanchis Sinisterra y Sarah Kane fueron invitados a compartir sus experiencias con una nueva hornada de dramaturgos españoles.

La persistencia de la memoria es pues una constante en su obra dramática; esas voces del pasado quieren contar sus historias y el lector o espectador debe ser valiente para oírlas.

Se trata de temas tan actuales como antiguos, y en sus obras no podemos advertir la época en que transcurren los acontecimientos.

Son conflictos por desgracia perpetuos (como el tema de la memoria histórica) que pueden tener lugar tanto aquí como en cualquier esquina del mundo; y que pueden estar ocurriendo ahora, hace sesenta y siete años o dentro de un siglo si no lo evitamos.

No obstante, Gracia Morales no pretende emitir mensajes utópicos, pero sí busca la inquietud del espectador, que éste se plantee aspectos y cuestiones que creía tener bien digeridos y de los cuales comienza a descubrir otras posibles caras.

Muchas de las obras escritas por Gracia Morales han sido compuestas y estrenadas por la compañía que ella misma ayuda a fundar, Remiendo Teatro.

Esto no es óbice para que otras compañías de ámbito nacional e internacional hayan elegido sus textos.

Es, paradójicamente, tratándose de una autora española, en el ámbito internacional donde más compañías profesionales se han acercado a sus textos.

Otras piezas, como Un horizonte amarillo en los ojos, sin embargo, no han tenido la misma repercusión entre el público.