Heredó la hemofilia de su familia materna (hecho poco conocido en España por aquella época) y sufrió algunos achaques, aunque era un gran deportista.
[5] En la tarde del día 11 de agosto, Gonzalo y su hermana, la Infanta Beatriz, viajaban desde Klagenfurt hasta Pörtschach.
En la calle principal de la localidad de Krumpendorf, Beatriz, que conducía en ese momento, tuvo que maniobrar bruscamente para esquivar a un ciclista, el barón Richard von Neimans (1876-1943).
[6][7][8][9] El coche colisionó contra un muro y los dos ocupantes, en apariencia, no sufrieron heridas.
[14] En España, Renovación Española y otros elementos monárquicos organizaron funerales multitudinarios por el infante difunto.