Gonzalo Puente Ojea

El desempeño de distintos puestos y destinos diplomáticos le permitió conocer tanto a los más importantes políticos franquistas como a algunos de los principales personajes que llevaron adelante la transición política española.

Posteriormente fue destinado a la embajada de España en Atenas (Grecia).

Su nombramiento causó revuelo entre quienes pensaban que su ateísmo declarado (además de estar divorciado), resultaba ofensivo para desempeñar el cargo.

Sus críticos argumentaron que no se enviaría a un antiestadounidense como embajador español ante el Gobierno de los Estados Unidos.

A Puente Ojea se le considera un monista materialista.