Declaró que evitaría una guerra civil, recuperaría el terreno perdido en la guerra con Armenia, garantizaría la integridad territorial de Azerbaiyán y respetaría la libertad de expresión y los derechos humanos.
Sin embargo, haría una advertencia respecto a una posible oposición política: "No quiero hacer uso de la fuerza, pero, al mismo tiempo, deben saber que el pluralismo y el debate político pueden continuar, los grupos armados no".
[5] Aliyev aportó gran estabilidad política al país, permaneciendo como presidente desde 1993 hasta 2003, estableciendo un régimen autoritario marcado por el culto a la personalidad.
También llegó a una tregua con Armenia en 1994, pero sin resolver el conflicto de Nagorno Karabaj.
Elchibey se había refugiado en Najicheván pero en 1997 regresó a Bakú e intentó retomar un papel política azerbaiyana.