En Guecho recibe a los arroyos Martiartu y Bolue.
Desde el siglo XIX, confluye en Leioa con el río Udondo, para desembocar poco después en la ría del Ibaizabal-Nervión.
Su cauce se encuentra soterrado en parte de su recorrido.
Por eso, ya en el siglo XVII se daban instrucciones a los barcos para soltar lastre en la parte derecha de la ría, con el fin de afianzar el lecho.
A mediados del siglo XIX, Máximo de Aguirre, propietario de los arenales de Las Arenas y Lamiaco, promovió las obras que cambiaron de nuevo el curso del río, desviándolo por un tramo llano y paralelo al del Nervión, hasta encontrarse con el arroyo Udondo, y encauzando su actual desembocadura, en Lejona, cerca del límite con Erandio.