Giulianova

El núcleo habitado originalmente, conservado en parte hasta ahora, estaba completamente rodeado por una muralla de defensa que incluía cuatro torreones cilíndricos.

El corazón de la ciudad estaba dominado por el Duomo a partir del cual se organizaba el espacio urbano.

Durante los primeros decenios del siglo XX, Giulianova se convierte en una elegante centro balneario de la riviera adriática, erigiéndose bellos edificios que aún están en pie en calles como Viale dello Splendore, en la parte alta de la ciudad.

La entrada del fascismo en escena supone la creación del gran Lungomare Monumental, proyectado por Giuseppe Meo, que se inspiraba en el viale della Vittoria de Bengasi, ideado por el célebre Arnaldo Foschini.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad fue bombardeada en repetidas ocasiones, sufriendo graves pérdidas tras el ataque aliado registrado en febrero de 1944.

Al oeste, los confines del territorio lo marcan los pueblos de Mosciano Sant'Angelo y Roseto degli Abruzzi quedando en el este el mar Adriático.

La primera comprende el centro histórico y se extiende sobre las colinas a un kilómetro de distancia de la línea costera, mientras Giulianova Lido reúne la zona más moderna y turística, desarrollada desde el siglo XIX sobre la orilla del Adriático.

La temperatura media del mes más frío, enero, está entre los 6.º y los 8.º mientras que la de julio no sobrepasa los 26.º.

Duomo dedicado a San Flaviano