Los tres comparten un estilo de vida vocacional y una profesión como ministros congregacionalistas en Gilead.
A partir de entonces se le dio la distinción de que su lado derecho era sagrado, su vínculo para comunicarse con Dios; era conocido por una mirada penetrante en el único ojo que le quedaba.
Las otras excentricidades del abuelo se recuerdan en su juventud: la práctica de entregar todas las posesiones de la familia a otros y predicar con una pistola y una camisa ensangrentada.
En el transcurso de la novela, rápidamente se descubre que la primera esposa de Ames, Louisa, murió mientras daba a luz a su hija, Rebecca (también conocida como Angeline), quien también murió poco después.
Muchos años después, Ames conoce a su segunda esposa, Lila, una mujer con menos educación que aparece en la iglesia un domingo de Pentecostés.
Ames bautiza a Lila y su relación se desarrolla, culminando con su propuesta de matrimonio.
En el desenlace, sin embargo, resulta que el propio Jack Boughton sufre la separación forzada de su propia esposa, una afroamericana de Tennessee, y de su hijo; a la familia no se le permite vivir junta debido a las leyes segregacionistas, y su familia rechaza por completo a Jack Boughton.
A lo largo del libro, Ames detalla un asombro reverencial por el patetismo trascendental en los pequeños momentos personales de felicidad y paz con su esposa e hijo y la ciudad de Gilead, a pesar de la soledad y la tristeza que siente por dejar el mundo con cosas sin hacer ni resolver.
Según Robinson, la ciudad ficticia de Gilead ("Galaad" significa 'colina del testimonio' en la Biblia; Génesis 31:21) está basada en la ciudad real de Tabor, Iowa, en la esquina suroeste del estado, muy conocida.
Como consecuencia, las parte de la cultura estadounidense en la que influyó está muy tergiversada".
La novela también ha sido foco de debates sobre el multiculturalismo cristiano en la literatura.
En una encuesta entre críticos literarios estadounidenses realizada por BBC Culture y cuyos resultados se compartieron en enero de 2015, Gilead fue votada como la cuarta mejor novela escrita desde 2000.
[8] En 2019, la novela ocupó el segundo lugar en la lista The Guardian de los 100 mejores libros del siglo XXI.