La cadena montañosa del Cáucaso Sur se extiende desde el norte del país, siguiendo hacia el sureste entre el Lago Sevan y Azerbaiyán, pasando luego por la frontera armenio-azerbaiyana hasta Irán.
Así situada, las montañas hacen que el viaje norte-sur y sur-norte sea muy dificultoso.
Entre los ríos del país hay que mencionar el Araks y el Debet en el extremo norte.
La mayor parte de Armenia es tá recorrido por el Araks o sus afluentes, el Hrazdan, que fluye desde el lago Sevan.
El clima es continental de altura: veranos calurosos e inviernos fríos.
[1] Las formaciones montañosas bloquean las influencias moderadoras del mediterráneo y del mar Negro, lo que crea una gran diferencia climática entre estaciones: los veranos son calurosos (+40/42 °C) y los inviernos fríos (-15/20 °C).
Las precipitaciones medias anuales son 443 mm,[2] pero varían mucho de una zona a otra.
Los riesgos naturales del país son terremotos severos ocasionalmente y sequías.
En diciembre de 1988, la segunda ciudad más grande en la república, Leninakan (hoy Gyumri), resultó seriamente dañada por un gran movimiento sísmico que mató a más de 25 000 personas.
Religiones: apostólica armenia 94,7%, otros cristianos 4%, yesidíes (monoteístas con elementos de veneración a la naturaleza) 1,3%.
Otras ciudades importantes, por número de habitantes, Gyumri, Vanadzor, Vagharshapat y Hrazdan.
El subsuelo es rico en minerales como oro, plata, cobre, hierro y sal.
Según la IUCN, en 2023, había en Armenia 38 áreas protegidas que cubren 7327 km², el 24,68 por ciento del territorio.