[cita requerida] Aunque el término generacional suscitó alguna polémica,[a] estudios críticos posteriores han dado cumplidas explicaciones sobre estos extremos, su origen y su evolución, así como de los componentes de la «Generación del 25»,[1] con la aquiescencia del propio Carlos Flores López.
Cuando más tarde acuñó el término «Generación de 1925», anotó algunas rectificaciones: «Bergamín, Mercadal y Fernández-Shaw pertenecen a la llamada "generación de 1925", que cuenta entre sus miembros con otros destacados arquitectos, como Blanco Soler, Los Santos, Aguirre, Sánchez Arcas, Lacasa, Arniches, Domínguez, Gutiérrez Soto, etc. García Mercadal constituía el nexo».
Otro tanto ocurría con el origen del apelativo «Generación de 1925», que algunos no llegaban a entender que no se hiciera coincidir con el de su coetánea literaria, la Generación del 27.
Algunas listas, como la del propio Flores, incluyen a arquitectos «amigos» de los anteriores, como Regino Borobio Ojeda (1895), José Aspiroz (1895), Manuel Muñoz Casayús y Raimundo Durán Reynals (1895), e incluso a algunos de sus maestros.
[6] Además, no hay que olvidar que los Albergues de carretera (algunos después convertidos en Paradores) de Carlos Arniches y Martín Domínguez,[7] otra gran obra del momento, empezaron a construirse también en 1928.