La cocina bergadana comprende la comida y las bebidas típicas de la comarca del Bergadá.
Según el cocinero Toni Massanés, "El paisaje, el aislamiento y la pobreza han dotado a la cocina bergadana de sus características diferenciales".
En la Edad Mediana, la alimentación en el Bergadá se basaba en el cultivo de trigo, cebada, legumbres y algunas hortalizas propias de la Europa Occidental como la col o el nabo.
[1] Después de una época en que se identificaban muchos productos locales con la pobreza y con tiempos de guerra, en el Bergadá igual que en Cataluña en general se empieza a revalorar los productos tradicionales.
La ganadería ha sido y continúa siendo una parte importante de la economía rural en el Bergadá.
Se consume conejo, liebre, rebeco, cerdo jabalí, perdiz, codorniz y becada.
Igual que en el resto de Cataluña, los platos con caracoles son frecuentes.
[2] El Bergadá es una de las pocas comarcas donde todavía se consume el trigo escuadrado.
[3] La patata, a menudo llamado trumfo en la comarca, se cultiva en la zona desde mediados del siglo XVIII.