También se traduce en una mayor eficiencia en comparación con el sistema convencional de carbón pulverizado.
Tiene una gran utilidad debido a la abundancia de carbón en distintas partes del mundo, y porque su precio se ha mantenido relativamente constante en los últimos años; el carbón se utiliza aproximadamente para el 50 % de las necesidades energéticas en países como Estados Unidos.
[1] Por lo tanto, la reducción de las emisiones que permite la tecnología IGCC puede ser importante en el futuro con las normas de emisión más estrictas debido a la creciente preocupación por los efectos de los contaminantes sobre el medio ambiente en el mundo.
La tecnología GICC se encuentra en fase de prueba en todo el mundo.
En España, la primera planta que ha aplicado el sistema es la Central térmica de Elcogas, en Puertollano, puesta en marcha en 1996.