Dado que el nitrógeno que compone el aire no se calienta, se reduce el consumo de combustible y son posibles temperaturas de llama más altas.
Entre ellas se encuentran: En términos económicos, este método es más caro que una planta tradicional de combustión por aire.
Sin embargo, una nueva tecnología que aún no se lleva a la práctica llamada combustión química en bucle[4] puede usarse para reducir este coste.
En la combustión en químico en bucle, el oxígeno necesario para quemar el carbón se produce internamente mediante reacciones de oxidación y reducción, en lugar de utilizar métodos más costosos para generar oxígeno separándolo del aire.
Sin embargo, un concentrador de oxígeno podría ayudar, simplemente eliminando el nitrógeno.
Posteriormente, el dióxido de carbono se distribuiría por tubería para ser secuestrado en un acuífero salino bajo el Mar del Norte.
[2] Muchos combustibles fósiles, como el carbón y los esquistos bituminosos, producen cenizas como resultado de la combustión.
Hasta el momento, los estudios indican que, en general, la oxicombustión no afecta significativamente la composición de las cenizas producidas.
La cal libre es reactiva y potencialmente puede afectar el medio ambiente, por ejemplo, aumentando la alcalinidad de las cenizas.