Entró en servicio en 1997 y su construcción fue llevada a cabo por Siemens AG.
Es propiedad de la empresa eléctrica sueca Vattenfall.
La central de Schwarze Pumpe fue planificada por una sociedad constituida por las empresas Vereinigte Energiewerke AG (VEAG) y Energiewerke Schwarze Pumpe AG (ESPAG).
Para ello cuenta con un complejo sistema mecánico que extrae el carbón a cielo abierto y lo introduce directamente en las instalaciones de la central.
[3] Se trata de un prototipo que está previsto que pueda ser aplicado en futuras plantas de energía a gran escala.