García Fernández de Villamayor

[4]​ No existe constancia documental directa que acredite los orígenes familiares de García Fernández.

De este matrimonio nacieron al menos siete hijos: Juan, Alfonso, Diego, Teresa, Marina, Urraca y Mencía.

[13]​[14]​ En principio se puede considerar que García Fernández pertenecía, por linaje y patrimonio, a la nobleza media, lejos de la influencia y del prestigio que tenían en su época casas como los Lara o los Haro.

[17]​ Según la costumbre imperante en la corte sobre la educación de los infantes reales, y posteriormente recogida en las Siete Partidas, García Fernández fue designado como ayo del futuro rey Alfonso X el Sabio, junto a Urraca Pérez como ama.

Parece que Alfonso recordaba esa época con nostalgia y agradecimiento; años después justificaba unas exenciones concedidas a la población de Celada del Camino con las siguientes palabras:

Juan también aparece junto a su hermano Alfonso como encargado del deslinde de los límites entre Castilla y Portugal acordados en 1263.

Para liberar a vasallos suyos por entonces prisioneros de los musulmanes también destinó cantidades entre 100 y 500 maravedís, según cada caso.

[33]​ A esta época también corresponden varias adquisiciones en Celada, localidad donde pasó parte de la infancia el propio rey.

[34]​ También son importantes las donaciones regias recibidas en Andalucía como consecuencia de las conquistas castellanas del periodo.

[36]​ García Fernández adquirió en 1223 un monasterio masculino que existía desde el siglo XI o principios del siglo XII, dedicado a san Vicente y lo transformó una comunidad cisterciense femenina con advocación a santa María y san Vicente que se inauguró en 1228.

García Fernández lo dotó abundantemente de bienes tanto a su fundación como posteriormente en su testamento.

[38]​ Miembros femeninos de la familia siguieron ocupando cargos importantes en el monasterio durante mucho tiempo.

Esta última todavía era abadesa en 1286, momento en el que dos nietas del fundador ocupaban los puestos de priora y cantora.

Vista del monasterio de Villamayor.