Ganadería incaica

La ganadería incaica hace referencia a como en los andes prehispánicos, los camélidos desempeñaron un papel verdaderamente importante en la economía.

En la ganadería inca se usaron herramientas como: piedras, cuchillos o tumis, hachas que, según los cronistas, fueron de piedra y bronce y las sogas que eran elaboradas por ellos en su tiempo de ocio.

Los pastores estatales respondían por los animales que se encontraban a su cargo, cuya contabilidad y supervisión eran hechas por funcionarios designados por el Estado.

Había blancos, negros, pardos y moromoros, como llamaban a los de varios colores.

Además, el cronista decía que los colores se tomaban en cuenta para los diversos sacrificios, de acuerdo con sus tradiciones y creencias.

De aquí sabemos que un indio del común, por ejemplo, podía poseer hasta mil cabezas de camélidos, mientras que un señor principal podía llegar a tener hasta cincuenta mil.

Probablemente la población tenía acceso a carne fresca solo en el ejército o en ocasiones ceremoniales, cuando se hacía una amplia distribución de los animales sacrificados.

Los camélidos fueron un recurso esencial del Tahuantinsuyo . El Estado inca se preocupó de abastecerse tanto de la carne como de la fibra de estos animales.
Vista de llamas en la ciudadela de Machu Picchu .