Gallegos del Campo

El nombre de Gallegos del Campo, como muchos de los gentilicios en la toponimia zamorana[1]​ Asturianos (Asturias), Bercianos (El Bierzo), Navianos (Navia), Limianos (La Limia), Castellanos (Castilla), Faramontanos (Cantabria),… nos refieren muy elocuentemente a las antiguas repoblaciones, como las que tuvieron lugar en tiempos del rey Fernando I, quien trajo pobladores del norte de la península, e incluso de otras partes, como Madrid (Madridanos) o Coria (Coreses).

La historia[2]​[3]​[4]​[5]​[6]​[7]​[8]​ de Gallegos del Campo se cimenta desde los restos arqueológicos de la Edad de Hierro y la posterior etapa prerromana y romana, aunque es en el pasado más reciente donde despunta su patrimonio religioso, antropológico y humano, cuyo legado inmaterial es abundante e importantísimo.

El asentamiento se encuentra a menos de 1 km al sudoeste del pueblo, también llamado antiguamente El Castrico (aunque en el pueblo únicamente se le conoce por castro de San Jorge o El Castro).

Los materiales que se han podido ver son molinos de mano circulares y cerámicas romanas, entre ellas algunos fragmentos mal conservados de sigillata, tal vez tardía, así como tégulas y ladrillos.

Es con el avance cristiano, allá por el siglo IX, cuando se fundan y crecen los nuevos poblados emplazados en el lugar en el que hoy los conocemos, quedando integrado Gallegos en el Reino de León, cuyos monarcas habrían acometido la repoblación de la localidad dentro del proceso repoblador llevado a cabo en Aliste.

Es tremendamente difícil datar hechos por falta de fuentes hasta el siglo XV-XVI, donde ya aparecen documentos que sitúan el pueblo, la iglesia y demás.

En verano y otros periodos vacacionales la población puede llegar incluso a triplicarse.

Son las unidades familiares las que producen los alimentos para su posterior consumo, tanto propio, como para el ganado.

Actualmente, debido a la avanzada edad de un gran porcentaje de la población, las pensiones son el único ingreso, dejando para las personas más jóvenes diversos trabajos desempeñados en ámbitos rurales, y las subvenciones obtenidas por el ganado.

Así otra variedad dialectal del leonés es el sanabrés o el sayagués de comarcas limítrofes con Aliste, con muchos rasgos comunes y otros más específicos.

Réplica del miliario perteneciente a la Vía XVII del Itinerario de Antonino.
Campanario de la iglesia de Gallegos del Campo.
La Fuente Risenda en Gallegos del Campo.
La Peña Furada en Gallegos del Campo.
Atardecer en Gallegos del Campo.