Indoeuropeo Itálico Romance Occidental Galo-Ibérico Ibero-Romance Ibero-Occidental Astur-Leonés El mirandés es el glotónimo utilizado para referirse a la lengua tradicional hablada en Miranda de Duero (Portugal), perteneciente al subgrupo asturleonés, que incluye también a las hablas tradicionales (leonés y asturiano) de León, Zamora y Asturias en España.
En Portugal, las demás no se consideran siquiera distintos dialectos, utilizando como razonamiento el hecho de que “un campesino del norte de Portugal entiende sin dificultades a uno del sur”.
Esta idea se basa en los modelos de Italia, Suiza o Francia, aunque bien sabido es que un italiano del norte no podría entenderse con uno del sur sin hacer uso de la lengua estándar y por ello en Portugal no se consideran verdaderos dialectos, más bien variedades diatópicas.
Los estudios sobre este idioma se ampliaron más tarde con el trabajo del eminente lingüista español Menéndez Pidal cuando publicó su obra El dialecto leonés (1906) y desarrolló un mapa lingüístico de toda la península ibérica.
Las razones por las que un dialecto del grupo astur-leonés se habla en Portugal dejaron de ser una incógnita hace tiempo.
La consideración actual de los hablantes del mirandés frente a su lengua, sobre todo en las aldeas más pequeñas, es que su forma de hablar difiere del portugués, y que ellos tienen un “falar mal, charro”.
En el caso del diptongo ascendente -jɛ, la interferencia de los sonidos palatatales determinará la regresión también en un grado e > ɛ (fièrro ([fjɛro], pièdra [pjɛdra], tièrra [tjɛrra], etc ).
En caso de verse además afectado por el vocalismo velar se producirá la igualación (así bui 'buey', cuiro 'cuero', nuite 'noche').
Cuando es el wau quien entra en contacto la solución será wɔ, dando lugar a la regresión en un grado de la vocal adyacente o < ɔ puòrta [pwɔta], fuònte [fwɔte], puònte [pwɔte].
Conforme a lo anteriormente señalado, Vasconcelos significa la evolución de las vocales latinas en el mirandés moderno, señalándose las soluciones alcanzadas en las lenguas gallego-portuguesas, asturleonés y español:[5] La profesora Aurelia Merlán, estima que estos cuatro grados de abertura no serían alófonos del sistema vocálico, sino un sistema vocálico estable de siete sonidos que presentaría, no obstante, un carácter muy diferente no solo respecto del portugués sino del resto de las lenguas peninsulares.
Tal, afirmación que en principio carece de explicación fonética alguna, supondría un hecho insólito dentro del contexto de la romania occidental, y desde luego no se adecúa ni a las soluciones que el cuestionario Alpi da para la zona, ni al sistema vocálico descrito por Vasconcelos.
Existe en estas lenguas al igual que en el asturleonés y el castellano una marcada tendencia a cerrar estos sonidos, si bien las soluciones alcanzados en Mirandés difieren de modo sorprendente de los dialectos vecinos.
El portugués escrito mantiene la distinción de estos siete sonidos, resultando semejante en esto al mirandés, pero su pronunciación, excepto en las márgenes fronterizas del norte de Portugal con Galicia, se ha reducido a cuatro /s z ʃ ʒ/.
En la posición inicial se conserva, y es una característica propia únicamente del asturleonés.
La vida cotidiana se expresaba en mirandés, no obstante se daban hechos curiosos fruto de la oficialidad, como que los mirandeses utilizasen el portugués para sus rezos y oraciones, y no su propia lengua como cabría esperar para cuestiones religiosas.
El mirandés, o leonés braganzano (como algunos lingüistas prefieren denominarlo) ejerce también su influencia sobre el habla de otros municipios limítrofes como Vimioso, Braganza, Mogadouro y Macedo de Cavaleiros.