Los miembros de esta subcultura fueron llamados «hepcats», un término que luego se transformó en la palabra hípster.
La entrada acerca de los hipsters los definía como ‘personas que gustan del hot jazz y el boogie woogie, género al cual se inclinó Gibson al momento de denominarse hipster’.
En la cultura juvenil, hipster usualmente se refiere a personas jóvenes con gusto por la música alternativa, el skateboarding u otros deportes urbanos, con un sentido irónico de la moda o una u otra manera de estilo «bohemio».
[7] En 2013 fueron los bigotes y desde 2011 la tendencia son las barbas en lo que se ha acuñado despectivamente como la "Rajoy Youth".
En su mayoría son la evolución del gafapasta, corriente que también adoptaba una moda anual al unísono.
[8] Otro ejemplo de híspter es Sophie, personaje del webcómic colombiano Living With HipsterGirl and GamerGirl por el ilustrador Jago, cuyas aficiones son la fotografía, las redes sociales y la crítica social.
Reflexionó que el hípster quizás sea la «personificación del posmodernismo como una fuerza gastada, revelando lo que pasó cuando la mezcla y la ironía los cansa como estética», o quizás sea «una especie de punto intermedio cultural permanente en el último capitalismo de carácter mediático, vendiendo fuentes alternativas de poder social desarrolladas por grupos forasteros, exactamente como los «negros blancos» presentado por Norman Mailer realizado para los hípsteres originales y prepeyorativos —negros...» Horning también propone que el papel de los hípsteres quizás sea para «apropiarse de las nuevas formas culturales capitales, entregándolas al mainstream mediático en una forma comercial y desnudando a sus inventores... del poder y la gloria».
Sus búsquedas demostraron tres estrategias para la disociación del estereotipo hípster: discriminación estética, demarcación simbólica y soberanía proclamante.
Esas estrategias, apoderadas por el estatus de uno en el campo indie (o su capital cultural) permiten a esos individuales a defender sus gustos e inversiones culturales dependientes de la devaluadora mitología hípster.
Para tener éxito en negar ser un hípster, mientras mira, actúa y consume como uno, esos individuales desmitifican sus existentes prácticas de consumo para dedicarse a la retórica y las práctica que diferencian simbólicamente sus acciones del estigma del hípster.
Se pone en duda la naturaleza contradictoria de la etiqueta, de este modo sus miembros piensan que no son hípsteres: «Paradójicamente, aquellos que usaron el término como insulto fueron los mismos que a menudo tienden a parecer un hípster — ellos mismos visten pantalones ajustados y grandes lentes, se reúnen en pequeños grupos en grandes ciudades, y miran por encima del hombro a modas mainstream y "turistas"».
Es conocido como «moderno» aquel que se identifique con sus ideologías de origen bohemio y sus vestimentas desarrapadas.
Escrito por Jorge Pinto en el año 2013, es un ensayo con ilustraciones que analiza y describe a la subcultura hipster, con cierto sentido del humor.
Cultura El principal personaje es Arturo Navarra, un hipster que niega serlo.
¿Realmente este fenómeno trasciende el estilo y la moda, o sólo es forma sobre fondo?".
También se los a asociado a géneros ficticios como lo es el vaporwave aunque principalmente el estilo musical que más éxito tiene entre los Hipster es la música Indie, es decir, música independiente realizada por bandas que han grabado sus discos a través de medios propios, autoeditándose o con sellos discográficos independientes.
Los principales grupos de Música Hipster son de habla inglesa, bandas en cuyos inicios grabaron en sótanos y sellos independientes como por ejemplo: Las tendencias hípster en ropa adoptan un estilo vintage, casual y con mucha personalidad.