En total, el huracán provocó doscientas sesenta y ocho muertes en Guatemala.
[7] El gobierno del presidente Alfonso Portillo decretó estado de calamidad pública para movilizar ayuda internacional; oficialmente se reconocieron cuarenta y ocho víctimas mortales, pero hubo rumores de una cifra mucho mayor.
[7] Los principales municipios afectados fueron Camotán y Jocotán; como respuesta, el plan de calamidad pública autorizó el envío de mil seiscientas toneladas de alimentos a los cien municipios afectados por la hambruna y pedir ayuda al Banco Interamericano de Desarrollo, a los Estados Unidos, a las empresas nacionales y a la Cruz Roja Internacional.
Los maestros son entrenados en conceptos pedagógicos nuevos, actitudes distintas hacia su trabajo y modelos educativos que utilizan la tecnología moderna.
Este programa se inició en 2002 y reconoce a las organizaciones no lucrativas que intentan mejorar las condiciones de salud y educación de las áreas rurales en Guatemala.